Entre el miércoles 5 y el jueves 6 de Abril, cientos de tractores y camiones tuvieron bloqueada a Murcia, protestando por la defensa y el cuidado del Mar Menor y los problemas que sufre el Campo de Cartagena: falta de agua y de infraestructuras hidráulicas, prohibición del uso de los pozos y desalobradoras para obtener agua adicional, porque los salmueroductos están destrozados o no están construidos. Y, sobre todo, por la desgana, el desprecio y la condescendencia con la que muchos políticos, tanto en la CARM como en Madrid, llevan tratándoles -a ellos y a nuestra Región en general - durante demasiado tiempo, más pendientes de designar sucesores que no den problemas, trincar pasta o sillones para el futuro, o silenciar a díscolos que de resolver los problemas de la gente.
Cierto es que en estas acciones se producen molestias como daño colateral, pero ha llegado un momento en el que a esta gente no le queda otra: por los conductos oficiales, apelando al sentido común y defendiendo su trabajo y aquello que les importa por las buenas ya lo han hecho, por activa y por pasiva, y ni caso. Y, aunque nos enfademos por tales molestias, aquí hay que tener en cuenta un aspecto que a veces pasamos por alto: puede que, por ejemplo, una ambulancia tardara 5 minutos más para atender a alguien, incluso esa circunstancia pudiera tener desagradables consecuencias... No es una justificación, y está claro que conforme toca, duele, pero olvidamos a veces que, de la riqueza que genera la actividad de las personas, colectivos y empresas que estaban ahi defendiendo su causa con determinación numantina sale parte de los recursos - vía impuestos directos e indirectos - que nos permiten tener e incluso aumentar ese número de ambulancias y profesionales sanitarios, los cuales, en un determinado momento, pueden evitar consecuencias del mismo estilo y mejorar la atención sanitaria de los ciudadanos de toda nuestra Región. Y así, suma y sigue. Si todo ese sector cae, alguna ambulancia que otra no es que tardaría más sino que no llegaría.
A lo que iba: después de más de un día de tener los tractores y camiones plantados en las avenidas de la capital, consiguieron arrancar el compromiso de una reunión con el Ministerio, pero las cosas se están dilatando y ya se oyen los tambores de nuevas movilizaciones, como es comprensible. En cuanto a infraestructuras de todo tipo y a soluciones, en la región murciana pintamos menos que un grafiti de Bansky en un cuadro de Velazquez. Sólo se acuerdan de nosotros cuando hay elecciones cerca, y como mucho para darnos migajas, que tienen bien claro quién importa de verdad en España y dónde pueden comprar con inversiones más rédito electoral. Aquí, mientras nos vayan llevando engañados con anunciar de nuevo una inversión prevista para ocho años antes y nos conformemos con ello sin quejarnos y diciendo "qué buenos son", les vale.
Como ejemplo del agravio comparativo, observemos ese estupendo Plan de inversiones de Rajoy para Cataluña: 4025 millones de € adicionales de inversión de aquí hasta 2028, 1900 de ellos hasta 2020 en los Cercanías catalanes, y promesa de un Corredor Mediterráneo operativo también en 2020 con vías exclusivas, sin ninguna manifestación en la Diagonal para pedirlo, ni siquiera de taxis. Ni una triste letra "I" hecha de personas. "I" de Infraestructuras, no de independencia, digo, no se me confundan. No dudo de que a Rodalies (los Cercanías catalanes) no les haga falta un buen repaso y no voy a comparar millón y medio de habitantes frente a ocho, pero ya quisiéramos por aquí tener la mitad de lo que tienen ellos (incluso con el agua, nos conformábamos con la cuarta parte o menos...).
En cambio, en nuestra #RegióndeMurcia tenemos trenes de los años 80, vías sin duplicar ni electrificar, un servicio deficiente entre Cartagena y Murcia que no cubre lo que se necesita, un proyecto de AVE entre ambas con limitaciones en velocidad impuestas por el trazado y por el uso de una sóla vía mixta con tercer raíl (160-200 km/h. Dicho por los mismos ferroviarios, poco más que un tren convencional) sin vía exclusiva para mercancías (todos los trenes van a circular por el mismo trazado: adiós a la capacidad de transporte) y sin que el trazado pase por el nuevo Aeropuerto (adiós al beneficio para el Turismo), que veremos cuando se abre. Una conexión AV con Madrid que dará un rodeo de casi 100 km por Alicante en vez de ser directa hasta Albacete vía Cieza y Camarillas, nuestra salida natural hacia el centro peninsular. O un Corredor Mediterráneo sin definir ni asegurar, de nuevonsin vía exclusiva para mercancías, y en cuyo último mapa (el de la plataforma que lo defiende) ni se pintaba el ramal de conexión con el puerto más rentable y con más potencial del país, el mejor situado que ningún otro en las rutas marítimas salvo el ya saturado Puerto de Algeciras: el Puerto de Cartagena. Un puerto, precísamente, cuya ampliación mediante la dársena de El Gorguel no esta ya en operaciones porque a otras Autonomías no les interesaba perder cuota, a pesar del beneficio que su construcción supondría para la posición española dentro de las rutas comerciales internacionales y de distribución de mercancías en Europa. Mira tú, entonces, quién tiene más derecho aquí de llorar desconsolado y protestar.
Pero los agraviados, los olvidados y ofendidos por España, son ellos... Claro, lo que pasa es que nosotros, en nuestra Región, tenemos los votos asegurados y a clientes de la Púnica al mando, hasta hace poco en directo y, en breve, a saber si "con pinganillo" o " en diferido", porque visto lo visto ya no se puede fiar uno ni de su sombra. Lo que no tenemos es ni un "hecho diferencial" con el que amenazar, ni diputados cuyos votos interese recabar para conseguir la aprobación de los Presupuestos Generales o la investidura de un presidente - eso de momento, aunque es esperable y deseable que todo cambie con los dos nuevos partidos regionalistas en escena -, y así somos el "cul de sac" de las inversiones y la financiación estatales. O se dan ciertas carambolas electorales que saquen a nuestros diputados y senadores del ostracismo, o seguimos siendo los grandes olvidados del país.
Básicamente, todo depende de qué partido gobierne en qué Autonomía, y con cuánta fuerza y perspectivas de voto, de cuanto se necesite en la Ejecutiva Nacional el apoyo del líder regional de turno, o de cuanto se necesiten en el Congreso de los Diputados unos pocos votos más (a veces solo uno). O de qué resulte más cómodo mantener a ciertos discolos tranquilos....Nunca de las verdaderas necesidades u oportunidades de desarrollo económico o social...
¡Joder, si es que da ganas de unirse a #Pepe_Cavite para reivindicar el Cantón de Cartagena, a ver si así nos dan a nosotros otros dosmil millones...!
Pepe, no te quiero en la Asamblea... ¡Te quiero en el Congreso! Va en serio... Porque, por lo visto, en este país a quien no patalea ni arma bulla no se le tiene en cuenta. Una lástima.
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