Caldero y Paparajotes: MUY POCAS LUCES

Los irreductibles del “No, no, y no” y del ”ha sido así toda la vida”. Los individualistas egoístas del “yo por delante, y que se joda el resto” y del “la caridad bien entendida empieza por uno mismo”. Que no aguantan que el interés general esté y deba estar por encima del privado, aunque no nos guste cuando nos toque. Los populistas que pretenden camuflar su ignorancia o hacer destacar su mediocridad con sandeces y demagogia. Los simplistas a los que les convencen más las conspiraciones absurdas del “cuñado” de turno que los datos objetivos y los hechos. Los asociales que se empeñan en no reconocer que se vive en sociedad y que ésta tiene sus normas y sus derechos y libertades colectivas… Esos “Libertarios” que confunden “Libertad” (un concepto que también se aplica a escala de grupo y cuyos límites responsables están donde empieza la del otro) con el deseo “por derecho divino” de hacer lo que les dé la gana aunque el de al lado - o la sociedad entera- se joda.. Los que se quejan de cómo va todo- clima incluido - y le echan la culpa al gobierno pero cuando les toca arrimar el hombro porque es la única manera de conseguirlo, también se quejan y le echan la culpa al gobierno. Los privilegiados que no quieren perder sus privilegios aún a costa de que los demás pierdan sus derechos, su acceso a productos o servicios básicos, o su entorno. Los de las orejeras de burro ideológicas que se oponen a todo porque lo dice alguien de determinado color político. Los que no entienden que, después de décadas en que hemos dejado, por la influencia de ciertos modelos socioeconómicos, que los gobiernos y los Estados pierdan poder frente a megaempresas y fondos de inversión de capital riesgo, un sólo Estado por sí mismo no es suficientemente fuerte para ciertas cosas en un mundo económica y comercialmente ten globalizado e interconectado en el que el vuelo de una mariposa en Kiyv, en Taiwán, en un mercado callejero de una ciudad de China o en donde Cristo perdió su enésima sandalia puede provocar un tornado en cualquier mercado financiero o de Futuros que se extenderá de manera global. Y que existen verdaderos hijos de la gran puta con ambición desmedida que, encima, se aprovecharán de ello para obtener inmoralmente bochornosos beneficios a costa del sufrimiento de pueblos enteros. Los que sólo buscan oportunismo político y demuestran la más deleznable hipocresía sin aportar nada. Y los que, abrumados, influidos o absorbidos por una sociedad mediocre a la que no le importa todo lo anterior, porque algún árbol no les deja ver el bosque, o por cualquier otro motivo respetable, simplemente tienen esa opinión.

Todos se ha lanzado a una a criticar, no de forma constructiva sino con una saña rayana muchas veces en el insulto, leyéndose apenas el titular de la pieza de noticias de turno en muchos casos - ya no digo el cuerpo del Decreto-Ley y sus excepciones - y sin aportar ni una sola alternativa más que el “no”, las medidas implementadas en España por el Gobierno para reducir el consumo energético, arrastrando tras de ellos a mucha gente corriente. Unas medidas que responden a un hecho coyuntural: el efecto que la guerra de ucrania y el imperialismo del sátrapa ruso, multiplicados por el funcionamiento de la economía global y la ambición sin escrúpulos de algunos, están teniendo y tendrá aún más sobre las sociedades mundiales si no hacemos algo. Unas medidas cuyo objetivo es intentar librarnos de un falaz chantaje externo y racionalizar de paso ciertos vicios adquiridos. Unas medidas, no olvidemos, similares a las que están implantando otros gobiernos europeos de muy diferente signo, marcadas por los organismos de la Unión Europea y reclamadas por instituciones como la ONU o la OCDE [1 a 8] y [14 a 16]. Y que, a título personal, no necesitan la excusa de ningún conflicto puntual para adoptarse puesto que los recursos naturales no son ilimitados y muchas veces actuamos como si lo fueran. Mi hijo, que acaba de llegar al mundo hace dos días como quien dice, no tiene por qué pagar en el futuro semejante ceguera cortoplacista colectiva.

Dos de las medidas más polémicas han sido la limitación de la iluminación ornamental y comercial y de la temperatura de los sistemas de climatización en espacios públicos y comerciales, aspectos en los que suele haber un enorme despilfarro.

En cuanto a la primera medida…A ver, los escaparates no están para iluminar las calles, y cuando las tiendas están cerradas y los ciudadanos locales y los turistas están durmiendo en casa o en los hoteles, las luces de la tiendas y las decorativas/ornamentales de edificios y monumentos no sirven más que para gastar energía inútilmente. Ni van a “contribuir a la seguridad” (para eso está el alumbrado público y la Policía), ni van a atraer más clientes, ni van a hacer otra cosa que incrementar la demanda de energía y la huella ambiental asociada. Así que las primeras se pueden apagar perfectamente, y las segundas se pueden reducir de intensidad primero y apagar después, o apagar directamente hasta el día siguiente, también sin problema ninguno, según el edificio/monumento y la zona de que se trate. Y no va a pasar absolutamente NADA, ni con los turistas ni con los de aquí, ni siquiera por ser Madrid o Vigo por mucho que tengan complejo de Nueva York [9] En Roma, Berlín, Paris o Bruselas se hacen ya cosas parecidas [2 a 6] y tales ciudades no han perdido ni un ápice de su atractivo turístico, comercial o de negocios.

En cuanto a la iluminación urbana, los lenguaraces comentaristas se lanzaron a criticar su disminución..¡a pesar de que no está contemplada en la nueva normativa!, signo evidente de que en su mayor parte no se han molestado en leerla. Y, si, es un error. Que no esté contemplado y no se decrete la aplicación de medidas de ahorro energético , me refiero. Evidentemente no digo que se apague todo ni en todos sitios. Su propósito es el que es y debe cumplir su función. Pero si pueden reducirse la intensidad y/o el número de puntos de luz sin ningún problema ni merma de sus funciones en muchos puntos de nuestros cascos urbanos en los que se han instalado luminarias como si no hubiera un mañana - a mayor gloria de las cuentas corrientes de los adjudicatarios del contrato -. De hecho, durante varios años de la pasada crisis 2008-2016 así se hizo en muchos puntos de nuestra Región: En lugares como los Paseos Marítimos de Puerto de Mazarrón y Águilas, o avenidas de Murcia o Cartagena operaban la mitad de los puntos de luz y la iluminación aportada era más que suficiente para sus propósitos, y ni aumentaron los robos ni disminuyeron el tráfico, el turismo o la actividad comercial. Lo que aumentó fue la eficiencia energética, y lo que disminuyó fue el despilfarro y las facturas- que pagamos todos, por cierto-.

Lo de cerrar las puertas de los establecimientos para evitar que “se escape el gato” es tan de cajón que casi no merece la pena comentarlo. Estoy segurísimo de que muchos de esos contumaces criticones lo hacen en sus casas, pues dudo entre mucho y muchísimo que operen equipos de aire acondicionado con las ventanas abiertas. ¿A qué la hipocresía de tanta critica, entonces? ¿Qué es lo que cambia? Sería bueno que cada cual reflexionara acerca de esa postura, pues lo mismo se llevaban una agridulce sorpresa.

Y llegamos a las temperaturas. Señores, permítanme la perogrullada: En invierno hace frío y en verano, calor. Y - agárrense - les hago un espeluznante descubrimiento…¡Paren la rotativas! Por si no lo sabían, ¡Existe la ropa de invierno y la de verano, y su razón de ser es precisamente la perogrullada anterior! ¡Úsenla! Los sistemas de calefacción y acondicionamiento de aire están para llevar las temperaturas extremas a un límite confortable, no para ir en camiseta de manga corta en invierno o con chaquetilla en verano. Eso es una burrada energética y una aberración cívica. A 19 grados en invierno con una sudadera, una rebeca o jersey fino, comprando, trabajando o tomándose algo se está sin problemas. Y lo mismo en verano a 27 grados en mangas de camisa, vestido o blusa ligeros. Aun así, la normativa permite como sabemos - bueno, al parecer todos no, o a algunos no les importa- excepciones como los hospitales y centros sanitarios (casualmente, Ayuso la Libertaria mantiene algunos a más de 30 grados sin problemas de conciencia [10 a 12]), así como sectores en los que dicho ajuste puede ser más flexible si el trabajo en ellos implica actividad física moderada, porque ya tiene que haber hilado “fino” el instalador para conseguir que en el local haya realmente los 27 grados que pones en el termostato. Vaya por delante que en mi oficina, que no es nada del otro mundo respecto al aislamiento, hemos hecho la prueba y la temperatura se va medio grado arriba, más o menos. No es mucho, pero hay que tenerlo en cuenta: se trata en todo caso de “estar un poco menos cómodos”, y no de estar incómodos.

A pesar de que el negacionismo y el populismo ignorante hagan oídos sordos, el Cambio Climático es una realidad científicamente probada. La disponibilidad de energía no es algo, como vemos, que se pueda dar por sentado como el Derecho Divino de los reyes absolutistas. Existen numerosos factores que lo pueden poner en entredicho, cómo ha quedado en evidencia en los últimos tiempos. Y la espiral desaforada de consumo que hemos desarrollado los seres humanos, agotando los recursos que renueva nuestro planeta a mitad del año [13] y destruyendo nuestro entorno, pasará factura a las generaciones futuras si no empezamos ya a actuar como el homo sapiens que se supone que somos, y no como el homo estúpidus individualis que estamos acostumbrados a ser. Para hacerlo, quien debe empezar a cambiar las cosas somos cada uno de nosotros.

Se trata de poner tu granito de arena para que la sociedad mejore. Es como cuando antes nuestras madres o abuelas barrían o baldeaban su trozo de acera, tanto para que su casa no se ensuciara como para que la calle - lo común, lo de todos - estuviera limpia. O como cuando los huertanos mondaban las acequias para que el agua corriera por ellas limpia y sin obstáculos, para beneficio mutuo. “No te preguntes (sólo) lo que tu país puede hacer por ti, sino (también) lo que TÚ puedes hacer por tu país”. No lo dijo ningún “perroflauta comunista piojoso” (permítaseme la expresión como ironía) en cualquier campamento guerrillero, lo dijo John Fitzgerald Kennedy, 35o Presidente de la Meca del Liberalismo en uno de sus discursos. Lo mismo se puede aplicar a escala local y global.A pesar de ello, algunos persisten en negar la evidencia e instalarse en la queja permanente de sesgo ideológico o interesado. Esta claro que en este país hay gente con muy pocas luces.

Referencias:

[1] https://www.publico.es/internacional/onu-reclama-medidas-ahorro-energetico-paises.html?

[2] https://elpais.com/espana/madrid/2022-08-03/las-capitales-europeas-respetan-o-se-anticipan-a-las-medidas-de-ahorro-de-sus-gobiernos-centrales.html?

[3] https://amp-epe-es.cdn.ampproject.org/v/s/amp.epe.es/es/internacional/20220725/planes-ahorrar-energia-paises-europeos-14163537?

[4] https://www.elplural.com/autonomias/ayuso-miente-deliberadamente-confrontar-con-gobierno-en-europa-ya-se-apagan-escaparates_295431102_amp

[5] https://maldita.es/malditateexplica/20220810/apagado-luces-medidas-paises-europa-ahorrar-energia/

[6] https://www.europapress.es/internacional/noticia-gobierno-aleman-plantea-limitar-19-grados-calefaccion-apagar-edificios-noche-20220812141830.html?

[7] https://amp.rtve.es/noticias/20220804/europa-medidas-ahorro-energia/2393958.shtml

[8] https://ec.europa.eu/commission/presscorner/detail/es/IP_22_4608

[9] https://www.elplural.com/economia/comercios-impacto-plan-ahorro-energetico-no-hay-quejas_295541102?

[10] https://www.elplural.com/autonomias/video-verguenza-en-madrid-enfermos-30-grados-en-hospital-mientras-ayuso-habla-no-apagar-escaparates_295254102_amp

[11] https://amp.antena3.com/noticias/sociedad/pacientes-hospital-gregorio-maranon-piden-alta-voluntaria-debido-altas-temperaturas_2022080562ed598f902b280001dda868.html